Tu rincón

miércoles, marzo 01, 2006

Romper con los patrones convencionales


Carmen Alborch, en su libro 'Malas', dice que postergar los deseos o renunciar a ellos lleva a la insatisfacción e, incluso, a la violencia, y ésta última conduce a la culpa. De este modo, la sanción social se añade al sentimiento de culpa que la mujer padece cuando rompe con los patrones convencionales. Necesitamos tiempo y espacio psíquico para conectar con nuestros deseos y ambiciones. Reconocer que las mujeres son ambiciosas es romper con la imagen altruista de la feminidad, sustentada en la fantasía de que la madre, omnipotente en el niño, no necesita ni desea nada porque ya está colmada con los hijos. Reconocer a la mujer como ambiciosa es hacerlo con sus deseos y carencias, pero, sobre todo, con los mismos derechos que los hombres para ejercer el poder socialmente.