El colegio: un reflejo de la sociedad

Para analizar este fenómeno, conviene tener en cuenta dos dimensiones: la social (¿por qué se espera tanto tiempo a solucionar los problemas de acoso?, ¿por qué no se puede ver lo que ocurre hasta que la situación alcanza un punto de gravedad irremediable?), y la psicológica (¿qué características personales tienen las víctimas del acoso y sus agresores?). Desde el primer punto de vista, no se puede aislar el problema. Lo que ocurre en los colegios es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, de la educación emocional que reciben los pequeños y de la transmisión de valores que interiorizan. La dimensión psicológica siempre es compleja, más aún por la etapa de la vida en la que se producen tales situaciones. La mayoría de casos de acoso se produce entre los 11 y los 15 años. En este periodo de la adolescencia, los chicos sufren una auténtica conmoción interna; abandonan su identidad infantil y comienzan a construirse como adultos; se empiezan a separar de los padres y reproducen con los iguales el tipo de vínculo que han aprendido en su infancia. Arminda Aberasturi, psicoanalista experta en adolescentes, afirma que las luchas y las rebeliones de éstos no son más que reflejos de los conflictos de dependencia infantil que íntimamente aún persisten.