Tu rincón

viernes, febrero 17, 2006

Laura desbordada

Laura tenía un nudo en el estómago y sentía un vacío insoportable en el pecho. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas nada más sentarse delante de su psicoterapeuta. Pensaba que tenía una depresión, ya que lloraba sin saber por qué y sentía un gran cansancio que atribuía a unas menstruaciones demasiado abundantes. Esto había comenzado a angustiarla desde hacía unos meses, tras su cumpleaños. A medida que ponía palabras a lo que le ocurría, su llanto cesaba. En la segunda entrevista confesó su miedo a tener algo malo e, inmediatamente después, comenzó a hablar de su madre, fallecida hacía muchos años. A raíz de una hemorragia, le descubrieron un cáncer. Laura la cuidó durante nueve largos meses. La vio debilitarse, agonizar y morir. '¿Qué edad tenía su madre cuando se lo diagnosticaron?', preguntó el psicoterapeuta. Al responder, Laura cayó en la cuenta de que era la misma edad que ella acaba de cumplir, 45 años. 'Pero eso no tiene nada que ver con mi angustia', dijo. Ella habló en las siguientes sesiones de la mala relación que habían mantenido. Sin embargo, la echaba mucho de menos. Según iba verbalizando estos afectos, su estado empezó a remitir y sus menstruaciones abundantes también.